El pacto histórico no favorece a la clase trabajadora

El 30 de noviembre de 2021, Gustavo Petro sorprendió al país cuando anunció y defendió la inmersión de Luis Pérez dentro del llamado Pacto Histórico, un proyecto político electoral que supuestamente vela por los intereses de la clase proletaria, pero que realmente es una coalición capitalista que defiende el hecho de que el capital y los medios de producción y cambio estén en manos de los burgueses.
Para comprender lo anterior hay que cuestionarnos en primer lugar el por qué el hecho de que los social demócratas conformen grupos que supuestamente están a favor del pueblo, ayudaría realmente a que el proletariado pueda salir de su condición de opresión, pues, estas agrupaciones formadas por personas que no pertenecen a esta clase y no están interesados en la transferencia de los medios de producción y cambio a las manos de las y los trabajadores, no significan un cambio estructural ni de sistema económico, y por el contrario, defienden al reformismo y no a las revoluciones.
Las reformas que han propuesto quienes conforman el llamado Pacto Histórico solamente cubren situaciones coyunturales y no ofrecen soluciones permanentes para la desventaja que tenemos en el marco de la lucha de clases.
Sabiendo entonces que el Pacto Histórico está conformado por burgueses que no están interesados en poner fin a la explotación, la precarización ni la cosificación de los seres humanos dentro del capitalismo, y que por el contrario sólo proponen reformas temporales y al sufragio liberal como la supuesta única alternativa con la que cuenta el pueblo, debe entenderse que el incluir a Luis Pérez (ex gobernador de Antioquia partidario de las derechas incluidas en el Partido Liberal y el uribismo) o a Roy Barreras (senador que ha militado en un partido burgués llamado Partido de la U) no es la única medida capitalista que Petro, la Colombia Humana y ahora el Pacto Histórico han llevado a cabo
Solo por mencionar algunos de los lineamientos que claramente nos son ni marxistas ni comunistas (como lo hacen ver algunos medios de comunicación hegemónicos) debe mencionarse que Gustavo Petro no apoya el aborto legal, que durante su gobierno en la ciudad de Bogotá nunca propició la toma de los medios de producción por parte del proletariado, que los progresistas también pueden ser burgueses y no por ser progresistas se vuelven parte de la clase trabajadora, y que la Internacional Progresista a la que pertenecen varios miembros del Pacto Histórico, está financiando la trata de personas y la precarización del proletariado de formas directas e indirectas.
Petro justificó la inclusión de Pérez diciendo que 'Decir que no entran quienes hayan sido uribistas es excluir a la mayoría de la población', demostrando una vez más que los pactos y las alianzas del Pacto Histórico no apuntan al reagrupamiento de las masas, sino que pretenden la unión de diversos actores políticos colombianos en pro de repartirse administraciones y curules sin impulsar un cambio radical en el sistema económico.
Admitir que personas uribistas que han respaldado y financiado a la represión, los desalojos y el empobrecimiento de las masas estarán presentes en este espacio, es mostrar que lo que busca la supuesta diversidad de este grupo, incluye los discursos que han mantenido a la clase obrera en las condiciones en las que vive actualmente.

Otro rasgo preocupante del Pacto Histórico es que se han estado colgando de los movimientos sociales para ganar votos: ejemplos de lo anterior son: la precandidatura de Francia Márquez, en la que se ha puesto más atención al hecho de que ella sea negra y sea una mujer que a lo que impulsa su plan de gobierno en aras de favorecer a la clase obrera; la presencia de muchos colectivos regulacionistas apoyando al Pacto Histórico, que atacan a los colectivos abolicionistas que expresan que la prostitución es cosificación sostenida por el capitalismo y la iglesia (cuyos actores progresistas también están apoyando al Pacto Histórico); y los discursos etapistas que expande, en los que se defiende la idea de que hay que "mejorar al capitalismo mientras existen condiciones más adecuadas para el levantamiento de las masas".
Por todo lo anterior, desde La Marx Colombia hacemos un llamado a la clase trabajadora para que no se deje engañar de aquellos burgueses que prometen que pondrán fin a la opresión del proletariado, pero sin renunciar a su condición de burgueses, porque, estas promesas además de ser ilógicas e imposibles, ponen en peligro a quienes confunden al progresismo del Pacto Histórico, con el marxismo, que realmente propone salidas para esta opresión, gestadas desde las bases, y no diseñadas por las mismas personas que hacen posible tal opresión.

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